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PANFREDO Y LOS JUECES DEL MUNDO
Eran 24 entes o individuos, cada uno de ellos poseía una respuesta a
toda pregunta posible. El que preguntaba y a la vez, al que a través de
el se contestaba, era el treceavo, el Ungido.
Uno de ellos, sería el traidor, otro el adulador y otro el negador, por
otro lado, otro sería el ingenuo, el otro el perverso y otro el
estúpido. En la tercera triada sería el otro; el sabio, el práctico y el
comerciante.
La última triada, la repetitiva o el vínculo de diseminación serían el rey, el manipulador y el justo.
Si elaboramos una Matriz elemental para esta fenomenología del otro y el uno, tenemos algo como ésto:
El Código
Se entiende como la instrucción o series de ellas que conforman un todo
organizado y coherente y producen el comportamiento específico de las
singularidades con su entorno y viceversa
Los valores se diseminan en progresiones estables, como la serie de oro,
de Tieste/Fibonacci o espacialmente como la serie Bode, otras series
son las inconsistentes o cuanticas las cuales, sin embargo son
gobernadas por series de alternativas o decisiones probalísticas
dependientes del mismo observador, estas series inconsistentes, son las
que se ubican en los fenómenos paranormales como la telekinesis
La fuerza OE se ubica como la Matriz y esta fuerza viene del AIN, el
cual es la nada, sin embargo la nada es el 0 y este es entre las series
consistentes e inconsistentes a partir del -1 y del 1, no como factores
antagónicos sino como el fenómeno instructivo del cruce o de la
intersección natural, mas similar al menorath, o la copa de 7 puntas
Porque es necesaria la corrupción para llegar al código incorrupto, y
así eterno y manifiesto, los codigos IAO, definen la perfección de la
recepción de las instrucciones de la matriz, así el nombre de Dios,
patronímico en frecuencia 6 es I, o mas bien’.
O sea un punto en movimiento, este es el código del logos I, o
manifestación en nuestra frecuencia de percepción y de emisión de datos,
el espíritu creativo como virtud o atributo del ser, del alter ego
universal.
El movimiento espacial es el dispositivo temporal, y viceversa
En todo caso la mente tiene la posibilidad de influir en el entorno, a este arte se le llama Magik
Con el conocimiento de los signos naturales de la matriz sean
frecuencia, vibración, magnetismo, atracción o sus estados contrarios,
definirán las herramientas o armas de la magia, estas herramientas
devienen de los signos matopéyicos de los 3 códigos elementales, IAO
El código, los ejes y su punto, la Cruz, el Báculo, lo vertical, el eje, el pentagrama, el 1 y el 5.
El cruce, el triangulo, la pirámide, lo amarillo, el hexagrama, el 3 y el 6
La Matriz, la banda, lo serpenteado, el circulo, el cubo, el 6 y el 9
En el diagrama del Árbol de la Vida cabalístico, estos tres códigos se
ven claramente en su integración, en otros como los signos dianéticos se
observan individualmente.
De esta forma toda manifestación posible descansa en estos tres codigos
el IAO, que en la tradición crística y agnóstica serían ; Dios, Cristo y
el Diablo, este último inscrito en la dualidad.
Según la tradición hermética queda por descubrir dos claves las cuales
se encuentran en el pasillo debajo de la gran pirámide conectada con los
pies de la esfinge, allí están.
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LILITH ES EL TERCER CÓDIGO DE DISEMINACION EL 66
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4 elementos en 3 capas u órbitas
permisibles, alrededor de un centro común energético único, lo
interesante no es esta realidad procesal, sino la identificación de los
códigos instructivos que gobiernan esta realidad, más allá de la
gravitación y la cuántica elemental, reduciendo el todo en el
tetragramaton matricial
La sacerdotiza del Templo:
-Cada fase será un Mundo, un testamento, el segundo Código; la diseminación, el llenado necesario del vacío.
- Ahora Panfredo, eres un zoospermo, que se dirige hacia la hija, H,
Venus, hacia la fecundación, del polvo al soplo de vida, ahora eres una
simple célula haploide, apenas un diminuto gameto coexistiendo entre,
antes, 3 mil millones de singularidades nones más, y todos se formaron
en el interior de los testículos de tu Padre, su hermandad radica en
los túbulos seminíferos. Las paredes de estos vestíbulos del Templo del
Mismo, están tapizadas de espermatogonias, nichos circulares, los cuales
se dividen y diferencian hasta convertirse por meiosis en lo que son
ahora; simples espermatozoides, pero, con el soplo del barro de la vida.
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En esta matriz se observa una
síntesis del universo, establece las leyes de cada manifestación,
además, entre ellas, y las reglas del todo como un sistema.
De estas 12 unidades se permutan en 24 ya que la polaridad es una
atribución del proyecto, entonces los arquetipos elementales son 24,
estableciéndose el primer 6.
El segundo conjunto son las tres letras madre, la AMSh, más la Th, o sea
los cuatro elementos del universo, o el Tetragrammaton available el
aire, el fuego, el agua y la tierra, 1, 4, 3, 4, o sea 12, su reducción
tres y su duada definen el segundo 6.
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